El Memorial de agravios es una pieza fundamental en el proceso de independencia del Virreinato de la Nueva Granada, iniciado en 1810. Si bien pasó a la historia como “Memorial de agravios” su verdadero nombre es «Representación del Cabildo de Bogotá capital del Nuevo Reino de Granada a la Suprema Junta Central de España». Fue escrito y presentado por Camilo Torres el 20 de noviembre de 1809, por designación que le había hecho el Cabildo como asesor y director de ese cuerpo; cabe anotar que nunca llegó al destinatario.